Preparar una tempura que nos salga bien no es demasiado complicado. Es cierto que existen en el mercado preparados químicos que producen el mismo efecto, bien con conservantes y base de huevo, bien con levaduras que dan un aspecto "inflado" a nuestras frituras. Desaconsejo ambos tipos de productos, en el primer caso por nuestra salud, y en el segundo porque el tiempo que nos va a llevar preparar una tempura natural no será mucho más que el de usar estas preparaciones industriales. Por lo pronto, debemos tener preparado y cortado el pescado, en este caso Panga, en trocitos que se puedan comer de uno o dos bocados. Este tamaño no permitirá que se enfríe demasiado el aceite de nuestra fritura.
Y es que la temperatura, o mejor dicho, el contraste de temperaturas, es lo que producirá el efecto tan esponjoso de la tempura , pero no cargado de grasa. Vamos allá con la preparacion de la masa de rebozado.
Para ello necesitaremos un par de yemas (o una, dependiendo de cuánto rebozado debamos tener listo) de huevo, sin la clara, que depositaremos en un bol, rompiéndolas -no batiéndolas- sobre
tres o cuatro cubitos de hielo.
Dejaremos que se descongelen los cubitos (si tenemos prisa, podemos hacerlo con medio vaso de agua muy fría) y añadimos unos 300 gramos de harina. mezclando bien todo. (la foto no me quedó muy bien...)
Para entonces, ya deberíamos tener el aceite muy caliente y comenzamos a rebozar en la masa preparada los pedacitos de panga, poniéndolos a freir en un número que no deje que el aceite se enfríe rápidamente.
Realmente en este paso reside el secreto del éxito de la tempura, en freír el rebozado que está muy frío en aceite muy caliente (tranquilos, no salta, solo hace mucho ruido...)
Poco más hay que decir, salvo que al acabar de freír la preparación, es un momento excelente para comérsela......¡Bon apetit..!
No hay comentarios:
Publicar un comentario