Absténganse los puristas. Las tradiciones son para evolucionarlas, y si por error o ignorancia se involuciona, ¡que mejor que aprendeer de los errores!
La idea principal es aportar para aprender, para mejorar, para cambiar en definitiva. Con bases sólidas, y siguiendo un guión claro, propondré recetas de lo mejor para mi paladar y los de los que comparten lo que preparo en mi cocina. Al fin y al cabo, nada mejor que compartir y conseguir que algo que haces con tus propias manos, forme parte de los demás, de su estructura y su cuerpo. Cocinar para otros es una forma de ofrecer sin compromiso. Algo así como el amor más puro.