google-site-verification: google13940d79735ead14.html FILOSOMIDA, Un poco de Filosofía, un poco de Comida.

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miércoles, 19 de febrero de 2014

Aires de Perú

Revisando mis promesas de posts anteriores, os voy a mostrar una variación de una receta de una de las cocinas más ricas del planeta: la peruana.


He modificado algunos ingredientes y variado alguna preparación, adaptándolo a productos más baratos y añadiendo algún toque de color. Que nadie se ofenda.
Vamos con los ingredientes base:
-Pimiento: (dos colores) rojo y verde, amarillo y verde, amarillo y rojo....
-Una Cebolla
-Un par de dientes de ajo
-Aceite de oliva
-Quinua (250 gr. para dos personas)
-Cúrcuma
-Unos calamares
-Miel
-Salsa de soja.


Haremos la preparación en tres fases:
1.-Limpiaremos y lavaremos bien los calamares, y los dejaremos a macerar (marinar) en el frigorífico, con un par de cucharadas de miel y medio chupito de salsa de soja, digamos unas tres horas (o el día anterior, si no te molestan los sabores agridulces).


2.- Metemos en los fogones una cacerola con agua como para cocer arroz. Cuando hierva, añadimos la quinua, salamos a nuestro gusto (como la pasta), y le añadimos una cucharadita de cúrcuma. Que hierva lento, hasta que duplique su tamaño, más o menos.
Para el que sea la primera vez que usa este superalimento, le aconsejo que visite este enlace:
http://es.wikipedia.org/wiki/Chenopodium_quinoa


3.-Pondremos los vegetales, tras limpiarlos, picados como en la foto, a sofreír en una sartén, dejando que se doren a fuego medio. Cuando estén listos, retiramos....


y en la misma satén, guisamos los calamares con el macerado que hemos dejado en el frigorífico.



El montaje del plato, no puede ser más sencillo: en la base colocamos los pimientos con cebolla...


Sobre ellos, una capa generosa de la quinua preparada

Y sobre ella, los calamares, regando el conjunto con la salsa del guiso realizado al final.


En Perú, este plato se sirve con salsa de mango, aunque no deberíamos despreciar probarlo con un guacamole, o cualquier salsa de aguacate (eso lo dejamos para otro post.....) Además es un plato ideal para colocar en un molde por pisos, dando lugar a una presentación excelente. Podemos sustituir los calamares por gambas, langostinos, imaginación......
¡Que aproveche!


domingo, 16 de febrero de 2014

Garbanzos con surimi y gambas.

Antes de emocionarse mucho con las previsiones de cambio de tiempo, es buena idea prepararse un plato calentito, por si las heladas....
Y aunque cada vez más usamos las legumbres cocinadas con pescados y mariscos, no debemos perder de vista que economía, sabor y presentación son muy compatibles.
Vamos a necesitar unos ingredientes básicos para esta preparación que están al alcance de cualquier bolsillo, aunque lo podemos complicar tanto como queramos:
-Un pimiento rojo
-Un pimiento verde
-Una cebolla
-Una zanahoria
-Garbanzos (500 gr. ya cocidos)
-Unas barritas de surimi
-Unas gambas peladas.



Pelamos, limpiamos y lavamos los pimientos, la cebolla y la zanahoria, que coceremos juntitos, en trozos generosos, durante unos veinte minutos.


Rehogamos los garbanzos ya cocidos con las gambas y el surimi troceado al gusto, con poco de aceite de oliva, en una sartén o paellera durante unos minutos, lo justo para que se doren un poquillo.


Trituramos la cocción anterior, añadiendo el agua de la misma  poco a poco, hasta darle una consistencia cremosa.


Mezclamos lo triturado con la fiesta de la sartén y salpimentamos a gusto. Lo dejamos hacer lento...


lento....



Y servimos calentito. Rico, rico... ¡Buen provecho!





viernes, 14 de febrero de 2014

Un pesto particular

Buscando la simplificación, la rapidez y un poco la locura pasajera, se me ocurrió un mediodía de prisas, disfrutar de los sabores que regresan al volver la primavera. Aburrido de temporales y vientos huracanados, de nieves que congelan las ideas, me atreví a llenar el paladar y el olfato de sabores frescos para romper una dinámica de frío y agua. Y qué mejor que un rapidísimo plato de pasta, con algo de "mare", para olvidar las olas de veinte metros....



Así que me compro fauna autóctona en la pescadería (mejillones), y consigo unas hierbas frescas de cualquier sitio (perejil y albahaca). Rescato la botella de aceite de romero con tres meses de solera, y pongo agua a hervir, para abrir los mejillones, tras lavarlos bien, con el punto de sal al gusto (al mío, claro...) y un par de hojitas de laurel.



Una vez abiertos, se escurren los bivalvos, aprovechando el agua de la cocción en un recipiente aparte, y los desalojamos de sus viviendas.






Colada convenientemente, pongo de nuevo al fuego el agua aún caliente, y sin retocar de sal, le añado unos espaguetti que preparo al dente. (nada de sal...)
 (toma pareado concatenado....)

 

y entre que se hacen y no se hacen, aprovecho para mezclar -bien picadas- las hierbas con el aceite de romero en un cuenco, reservándolo...(¡creo que ya están los espaguetti!).



Y nada más fácil que mezclar los mejillones con la pasta escurrida y bien regada de este pesto simple, al que le añado un poco de romero picado. Para acompañar, una ensalada de brotes de lechuga, con su sal, su albahaca, su aceite de oliva virgen y un pelín de salsa de soja.


 Bueno, para acompañar la comida, claro... para acompañarme a mí, como cada día, la mejor compañía... ¡bon appetit!.